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Trimpin

Suicrea / Trimpin

Semblanza

Mi trabajo es una continua exploración de los conceptos de sonido, visión y movimiento, con el que experimento combinaciones que puedan aportar a nuestros sentidos y percepción una experiencia totalmente nueva. Aun si utilizo la tecnología más avanzada, trabajo con elementos “naturales” –agua, aire, luz, fuego, etc.– y los vuelvo a configurar en aplicaciones nuevas e innovadoras, propulsándolos al límite y más allá de aquello que se piensa tradicionalmente con respecto a su rol. En la mayoría de los proyectos he tenido que inventar mis propios componentes porque no había nada comercialmente válido para la utilización que yo requería.

Ya que continuamente estoy buscando nuevas formas de expresión, muchas veces suelo adaptar métodos que son en su origen ancestrales –desde un sistema de afinación que se usó quizá hace mil años, por ejemplo, hasta una computadora para obtener sonidos acústicos, en vez de sonidos sintetizados–. Estas contradicciones son las que hacen que mi trabajo oscile en esa ambigüedad que incita la imaginación de los espectadores y que continúa estimulando la mía.

El desarrollo de mi obra lleva ya casi cincuenta años de dedicación y búsqueda de descubrimientos, con experiencias anteriores en arte, música y entrenamiento técnico, escenografía y escultura en movimiento, sirviendo toda esa experiencia como subtexto –en distintos grados– de mis proyectos sucesivos. El balance entre lo visual y lo auditivo en mi trabajo no es una coincidencia –no me agrada crear algo que funcione tan sólo en un nivel técnico o que nada más sea placentero a la vista–: la complejidad de las dimensiones es lo que me ofrece una real satisfacción.

El concepto espacio-tiempo, que puede expresarse tanto en lo musical como en lo visual, ha llegado al punto en el que hoy podemos representar visualmente el sonido. Hay un umbral entre el sonido y lo visual, donde el proceso cognitivo del receptor parece poder percibir sonidos y movimientos de forma simultánea, algo que podemos entender como un fenómeno natural.

Esta forma de arte relativamente reciente, llamada escultura sonora, ha comenzado a integrarse cada vez más en las comunidades de arte, pero todavía no ha alcanzado sus propios límites si se comparan sus parámetros con las posibilidades infinitas que ofrece –un reto que, sin duda alguna, me mantendrá ocupado el resto de mi vida.  

Trimpin Cátedra Nancarrow